Hoy comencé a jugar formalmente Eternal Sonata -sí, probablemente jamás termine mi segundo juego de Vesperia por culpa de esto pero ya veremos-.
Estaba jugando felizmente sin importarme mucho la hora, el sueño o la posible gastritis que me va a dar si sigo tomando café cuando,de pronto comenzó una batalla en el juego. Batalla rara, digo Polka ataca
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